sábado, 18 de octubre de 2014

Momento intenso, duro y crucial en La chica de servicio, II. Poséeme.

Momento intenso, duro y crucial en La chica de servicio.

Matt cuenta su calvario... Y Gisele se lamenta de no haber pensado que no era un mal carácter, sino una 

complicada enfermedad.

**Fragmento**

Llega la confesión: Sí, cariño... Estoy enfermo. 
Bajo la vista. He pensado muchas veces que lo que le pasaba era algo serio, pero no esperaba una enfermedad, más bien traumas que se podrían tratar. No imaginaba que estuviera tan mal y me siento una mierda, por haberlo presionado y no entenderlo...
Por no apoyarlo. 
Lloro sin control.
—Nena, mírame, por favor, necesito explicártelo. —Lo hago, con el corazón encogido—. No lo quería creer, me negaba a hacerlo. En Nueva York, cuando tenía veintidós años, fui a ver a un médico, preocupado al no saber qué me pasaba, por qué gritaba y a continuación empezaba a reír. Después de hablar con él y de que me contara en qué consistía la enfermedad, decidí no tratar¬ me al ver lo que conllevaba: medicación, terapias... Nadie lo sabe, ni siquiera Karen. 
—Pero sí Scott... 
Se sorprende y asiente con recelo. 
—No podía más y lo hablé con él, tu hermano sabe llevarme. —Sonríe con amargura—. Nena, juro por Dios que no quería hacerte pasar por esto y que intenté ponerle remedio. Lo hice, pero no me sirvió de nada y no quise seguir. 
—¿A qué te refieres? —pregunto con voz rota. 
Se lamenta y maldice en voz baja. 
—Muchas veces he pensado lo egoísta que soy. Tú no merecías esto y yo tenía tanto miedo de perderte cuando supieras a quién te unías. —Se arrodilla a mis pies y, sin soltarme las manos, me contempla. Mi Matt—. Aquella noche, Gisele, aquel 16 de junio en que te vi por primera vez, cambiaste mi vida. La sensación que me provocaste fue demoledora, me intrigaste e impactaste y por eso te busqué luego en tu habitación... Pero a la mañana si-guiente comprendí mi error. 
Con un dedo resigo sus ojeras, las arrugas de su frente. Hoy entiendo tantas cosas, el porqué de las muchas preguntas sin respuestas. 
—Aun así, no supe controlarme. Cuando se trataba de ti no sabía hacerlo. Volví a visitar a un médico en Málaga. Confirmó el diagnóstico y me hizo hacer más pruebas.


Todas las respuestas en:
La chica de servicio, II. Poséeme. Booktrailer 
Su primera parte es: La chica de servicio, I. Tiéntame. Booktrailer 
En enero: Y ríndete.

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